martes, 29 de julio de 2014

Los Corsarios del Conde Blanco I: Carronadas y garfios


Antiguo grabado de la Compañía Corsaria del Conde Blanco
Hola a todos:
Veraniegos como estamos, hemos decidido incluir una entrada con un poco de mar y playa, y, para ello, nada mejor que los Corsarios del Conde Blanco. 
La banda del maniático y sanguinario Conde Blanco, es una compañía de Mordheim, aunque también es válida para el Legends of the High Seas del difunto Warhammer Historical. 
En el primero de los casos, en Mordheim, la banda es de piratas en cuanto a las reglas, corsarios por cuestiones de trasfondo. Se trata de una banda de piratas estalianos, que entre tantos negocios, ahora se dedican a traficar con piedra bruja en las duras calles de Mordheim. Está, y ha estado compuesta, por personajes de la más oscura ralea, pero que de un modo u otro mantienen un contrato de fidelidad irrompible con el Conde. En algún momento de sus indeseables y desafortunadas vidas, se han encontrado con tan extravagante personaje, a cuya secreta empresa han dedicado cuerpo y alma. 
En el caso del Legends of the High Seas, la historia de la tripulación y del Conde varía un poco. En este caso se trata de una banda corsaria española que podría enmarcarse dentro de las patentes de corso que el rey Fernando VI redactó a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. La vida del corso español es intensa aunque desconocida. Debido a que el Legends of the High Seas plantea la piratería únicamente en América, y sobre todo en el hostigamiento a las posesiones españolas, no estaría de más que este lobo solitario obtuviese patente de corso contra el inglés, aunque también me valdría contra holandeses o franceses. Existe un artículo excelente en una página llamada Todo a Babor. Ahí os dejo el enlace.
Pero no, no adelantemos acontecimientos. La historia del Conde puede que os la cuente otro día. Hoy vamos a presentaros a la banda.

Imagen de la banda actual en su totalidad. Os lo presento de izquierda a derecha: Paqui "La Veneciana" (Oficial),  Julito "El Carronadas" (Artillero), Juan de Dios Heredia (Pirata), "El Mono" Garmendia (Oficial), Pedro de Jaén (Contramaestre), Paolo di Capua (Grumete), el Conde Blanco (Capitán), Atilano "El Chispa" (Grumete), Nkono "El Negro" (Contramaestre) y Jarrapellejos (Ogro Mercenario).
Las miniaturas que componen esta banda son de procedencia bastante heterogénea, aunque principalmente son de Wargames Foundry, tambíén hay de Metal Magic, y de Warhammer Fantasy. Hubo una época relativamente sencilla para confeccionar una banda de piratas. Bastaba con comprar a medias una caja de hombre de armas del imperio, lo normal entre dos, y con las diferentes piezas y transformaciones salía una banda de lo más apañada. Echo de menos esa caja.  
La primera miniatura de hoy va a ser una a la cual le tengo un gran cariño, Julito "El Carronadas". La carronada era un arma corta que portaban los buques, y en Mordheim un pirata podía ser equipado con una de ellas. La increíble fuerza que despliega Julito para llevar la carronada a cuestas me parece increíble, pero no podía dejar de incluir esta terrible arma en mi banda de corsarios. 

Julito "El Carronadas" posando en exclusiva para Freakland desde diferentes ángulos.
La pintura de todas las miniaturas está realizada sobre una capa de imprimación negra. Decidí que era bueno que tuviesen una base oscura, ya que eran gente de mal vivir. Aún así, el acabado de todas ellas tiende a dar las luces en blanco. Los colores que se han usado han sido cálidos y muy, muy llamativos. Parecen unos piratas de technicolor.

Detalle de la cara de nuestro Julito. Innumerables cicatrices marcan la faz de este tipo.
La transformación está realizada partiendo de la base de una figura de plástico de la caja de hombres de armas. El cañon con el que hice la carronada es de modelismo naval. Ambos brazos están trabajados para que se acoplen a la longitud del cañón. El detalle del cigarro en la boca está hecho símplemente con un trozo de cuerda de acero de 0,5 mm. 

El siguiente personaje que os presento hoy se llama Pedro de Jaén. Es el más veterano de la tripulación, de la que es contramaestre. Ha enseñado a ser marineros a más de uno y es como un padre para todos ellos. Al más bravo deja con el corazón en un puño con los saltos que hace en los abordajes y lo osado de sus combates. Veámoslo más de cerca.

Esta miniatura está ligeramente transformada, pues lleva únicamente un cuerno de hombre bestia por mano izquierda. También puede ser un cuerno de cabra, pero yo no contradiría a este sujeto. 


Nada más por hoy. Espero que os haya gustado la banda en general y estos dos personajes en concreto. A Los Corsarios del Conde Blanco les esperan más entradas, en las que iremos viendo más personajes, trasfondo, una historieta de Pedro de Jaén, y alguna que otra cosa más grande, y no me refiero sólo a un ogro.

Angelitos.

¡Saludos a todos y feliz verano! 

martes, 22 de julio de 2014

Battlestar Galactica: William Adama



Volvemos con las miniaturas de la serie Battlestar Galáctica, si antes le tocó el turno a Saul Tigh, hoy es su superior, el Almirante William Adama, el que ha pasado por nuestra mesa de pintura.

William Adama es un veterano de la Primera Guerra Cylon. Era el comandante de la Galáctica durante sus últimos días de servicio, justo antes de ser entregada al Ministerio de Educación para ser convertida en museo. El ataque Cylon hizo que, tras la desaparición de la Flota Colonial, Adama fuera el oficial de mayor rango de toda la flota (efectivamente, compuesta por la Galáctica y un buen puñado de naves civiles).

Adama y Tigh forman el tandem que gobierna la Galáctica.
Como personajes, los mejor logrados de toda la flota.

Adama es uno de los personajes principales de la serie, y está genialmente interpretado por el actor Edward James Olmos, que ya hizo sus cameos cazando pellejudos en Blade Runner. El personaje es uno de los que a mi juicio mejor evolucionan y mas interesante hacen la serie. El paso de un militar inflexible a un personaje mas tolerante, hasta el punto de permitir la igualdad de Cylons y Humanos es algo que se hace con maestría, no sin ciertas dosis de drama (como el episodio del atentado, las revueltas de civiles, las conversaciones con Cylons capturados...), pero que llega a ser creíble.

Su presencia es la que hace que el resto de personajes actúen de manera coordinada y efectiva y consigue que en muchas ocasiones se imponga el sentido común en las situaciones mas comprometidas. Es el Líder por excelencia de Galáctica y forma equipo tanto con Tigh (la rama militar) como con Laura Roslin (Presidenta de Las 12 Colonias y representante de la rama política).



Al igual que la miniatura de Saul Tigh, Adama es de Hasselfree, una excelente miniatura, de esas que da gusto pintar. El uniforme fue pintado con la misma mezcla que empleé para Tigh, con la misma decoración en rojo en el borde de la chaqueta y los botones y las insignias blancas. La piel se pintó de manera similar, pero enfatizando algo mas la piel oscura de Adama, añadiendo algo de marrón a las capas base.

Ambos forman la cúpula militar de la Flota Colonial. Estos personajes se verán enfrentados en determinadas
ocasiones, pero no dejan de ser una pareja que se complementa perfectamente.

Algo que no he comentado en la entrada anterior es la elección del suelo para representar la peana. Quizás las losetas pintadas en grises y con ese dibujo no representen bien el suelo de una nave espacial. Lo cierto es que me parecía una buena forma de hacer una peana sobria y que no demandara mas atención que la justa, pues al tratarse de unas miniaturas con estos uniformes navales tan poco vistosos, cualquier elemento llamativo en la peana iba a hacer menos interesante el personaje.



Hasta aquí la entrada de hoy. Muy próximamente un personaje nuevo, que si conocéis la gama del fabricante no tardareis en adivinar.

Un saludo a todos.

martes, 15 de julio de 2014

La Carrera de la Muerte (Death Race): El Gallo


Como sabemos que os habíais quedado con ganas de más después de la última entrada de la Death Race, desde la LADA os ofrecemos la ultimísima incorporación a nuestro "Carmageddon" particular. 
Os presentamos, muy orgullosamente, desde Freakland, al GALLO:


"El Gallo" es un Chevy del 55 gasser, algo ajado. Su conductor no tiene miramientos en cuanto al mantenimiento exterior del coche, y su carrocería presenta daños por el severo sufrimiento, el óxido y las modificaciones realizadas para aumentar el blindaje. 

El gallo es parco en floridos detalles. Sin embargo está pensado en la velocidad. Su aceleración es increíble, y no es raro verlo a dos ruedas, empatillado, por los circuítos más criminales de la LADA. 

El principal armamento del Gallo son dos enormes y temibles espolones, dos misiles tierra-tierra, situados sobre sus aletas. Además, su frontal va protegido con unas temibles defensas, que hacen trizas el blindaje de cualquier oponente en una embestida o en un choque. 

Los tubos de escape, sobredimensionados de base en un gasser, han sido modificados para poder descargar humo y dificultar la visión de sus rivales. 
Vista superior del Gallo. Su apariencia achatarrada y sucia, aunque esté hecho a trozos, no debe hacer que te confíes. Es uno de los rivales más temibles a los que te puedes enfrentar en nuestra Death Race. 
El Gallo se nutre de piezas de un desguace horrible, donde los vehículos agonizan lentamente, cual cementerio de elefantes. 
Los materiales que hemos usado en esta ocasión son más o menos los mismos que en las anteriores, pero no está de más repasarlos. He utilizado plasticard para los blindajes frontal y posterior de las ventanillas, y para el bloqueo de la puerta derecha. La mosquitera, como siempre, para las ventanillas laterales. Los misiles pertenecen a una maqueta de un avión de escala 1:72 de la Segunda Guerra Mundial. Por último, los enormes tubarros de los tubos de escape son los disipadores de calor de sendos rifles de plasma del WH40K. En cuanto a la pintura, esta vez me he cebado todavía más en los efectos de deterioro de la pintura. Al utilizar tres tipos de color distinto en la carrocería, unificados por los embellecedores rojos, se ha conseguido que la apariencia de chatarra sea todavía mayor. 
Si quieres ver más vehículos, no dudes en visitar nuestras anteriores entradas sobre la Death Race.
Nada más, espero que os haya gustado el nuevo asesino de la carretera que hemos incorporado a nuestra carrera de la muerte. En breve volveremos con nuevas ideas. Hasta pronto, y ¡feliz verano!

martes, 8 de julio de 2014

Battlestar Galactica: Saul Tigh


Esta semana comenzamos una serie de entradas sobre miniaturas pintadas con puro afán coleccionista (aunque existe un juego de mesa en el que probablemente y mas temprano que tarde, las sacaremos). Se trata del personaje de Saul Tigh, segundo al mando de la nave Galáctica, que da nombre a la (mas que prescindible) serie Battlestar Galáctica. Por ponernos en contexto, la serie es una remake de una homónima estrenada en 1978 en la que se narra las vivencias de la tripulación de la Galáctica huyendo de unos alienígenas (que llamaron Cylons) que quieren destruir a la humanidad. Casi 30 años después deciden volver a filmar la serie, pero ahora los Cylons son máquinas creadas por humanos. Los Cylons ademas ya han luchado contra los humanos y tras la primera guerra Cylon, se retiraron y pasaron los años maquinando la extinción de la humanidad y desarrollando una serie de Cylons con apariencia completamente humana, al estilo replicantes (Blade Runner, pero hasta aquí las similitudes).

Algunos de los personajes principales de la serie. El de hoy está al fondo.
Una espía Cylon consigue hacerse con los códigos secretos que le permiten desactivar las defensas de los doce planetas dónde mora la humanidad y esta última es casi aniquilada, a excepción de multitud de naves espaciales que se encontraban de viaje, y que son lideradas por la Galactica, la nave mas vieja de la flota, y por ello la menos vulnerable a los ataques informáticos.

De aquí en adelante podéis imaginarios la historia, una continua huida hasta encontrar la Tierra (que aparece en escrituras sagradas). Para hacer mas interesante la serie los guionistas mezclan acción y temas filosóficos, pero, personalmente creo que no llega a cuajar como algo creíble en ningún momento. Del final de la serie no voy a hablar, no por evitar spoilers, si no por que no merece el mas mínimo comentario.

Vamos al personaje y a la miniatura, que es de lo que trata el blog.

Saul Tigh es el Oficial Ejecutivo de Galáctica (vamos, el segundo al mando después del almirante William Adama), y en repetidas ocasiones sirve como comandante en funciones en ausencia de Adama. Un hombre duro y con problemas, con una larga historia de alcoholismo, Tigh ha servido en la Flota Colonial desde su adolescencia, lo que le puede haber llevado por estos caminos. Su animadversión a los Cylons proviene de sus vivencias durante la primera guerra Cylon, cuando conoció y luchó junto a William Adama.

Como personaje destaca en el principio de la serie, cuando su papel es de segundo al mando y consigue caerle mal a todos los tripulantes y pasajeros de su nave. El papel de Tigh va cambiando al avanzar la serie, teniendo su punto álgido durante la ocupación Cylon de Nueva Caprica, en la que comandó la Resistencia y durante la que pierde un ojo (de ahí su parche en el ojo derecho).
Luego el papel de Tigh, como el de muchos otros personajes, se va diluyendo en una historia falta de ideas, o de resolución.

Ahora si, vamos con la miniatura:



Tigh es una miniatura de la marca Hasselfree, que fabrica, cómo ya hemos repetido en el blog, algunas de las minaituras mas carismáticas que podeis encontrar hoy en día. Se ha buscado pintar el uniforme de la serie, color que no fue fácil de conseguir ni de mezclar, pues se trata de azul, negro y gris mezclado (no agitado) hasta encontrar un tono adecuado. El borde del uniforme se ha pintado de rojo.


La cara de Tigh se pintó con los tres tonos de carne que suelo emplear, esta vez mezclados y adulterados con un poco de gris neutral (de vallejo model color), lo que le da un aspecto mas anciano y me permite marcar mas los rasgos, así como destacar el parche frente a la piel.

Creo que esta debe ser la escena en la que el escultor de Hasselfree se ha basado
para modelar a Saul Tigh. Brazos hacia atrás y cabeza alta. Esperando su ejecución por traición.

Y esto ha sido todo por esta semana, ya os podemos anticipar que estamos trabajando en otros personajes de la serie y que pronto (muy pronto) podremos enseñároslos por aquí.
¡Hasta pronto!

miércoles, 2 de julio de 2014

La Carrera de la Muerte (Death Race): Muerte a gritos.


Desde la LADA volvemos por nuestros fueros. Hoy os presentamos dos nuevos competidores en nuestra Carrera de la Muerte, "El Bogavante" y "La Llorona".
"El Bogavante" es un hovercraft monoplaza que apareció un día dentro de una bola de plástico, de esas que se les dan a los niños para que se callen en los bares y restaurantes. Como no puede ser de otra manera, hice de descuidero, y me apropié del juguete al que ya le veía ciertas posibilidades para transformarlo. Lo único que hice con él fue limpiarle las pegatinas, algo de blindaje en los parabrisas con plasticard, y dos miniguns sobre su techo, hechos con despieces de matrices de plástico. 
El tema de si un hovercraft puede ser usado o no en una Carrera de la Muerte es polémico, ya que a la par que puede atravesar prácticamente cualquier tipo de obstáculo, o salvar manchas de aceite, no parece que sea muy apropiado para embestir a otros vehículos. Tampoco su faldón de sustentación, ni sus hélices direccionales parecen muy resistentes a daños o disparos. Por otro lado, hoy en día, numerosos ejércitos utilizan deslizadores, tanto para acciones de desembarco, asalto o incursión. Pros y contras han sido tenidos en cuenta, y una vez robado el juguete pasó a convertirse en un nuevo competidor en la Death Race: EL BOGAVANTE. 
Una vez justificado lo injustificable, hablemos de otra cosa. La pintura ha sido diferente a las anteriores, ya que, aparte de ser menos planos, he intentado perfilar más formas y líneas, además de pintar, sin excesos, marcas de óxidos y daños.


Al ser un aerodeslizador puede sobrepasar cualquier tipo de terreno sin tener que disminuir la velocidad y sin consecuencias.
Una de las partes más delicadas y más difíciles de blindar son las gigantescas turbinas que propulsan hacia delante nuestro Bogavante. 
Vista trasera lateral de nuestro Bogavante
Todo el mundo conoce la rima del Bogavante. Según ella, no tienes escapatoria.
El segundo de nuestros vehículos de hoy es "La Llorona". En nuestra página de facebook, realizamos una encuesta para buscarle un nombre a nuestro nuevo monstruo mecánico, del que realicé un boceto para ver como quedaría con un sistema de armamento poco convencional.

Así es como debería quedar nuestra Chevy del 62. 
Hubo diferentes sugerencias, como "Chupapús", "Banshee", "La Voz", "El Atila"... Y parecía que se iba a quedar con Banshee al final, pero, habiendo decorado la mayoría de los coches con sus nombres en castellano, me daba un poco de pena bautizar a esta preciosidad de forma distinta a la de sus hermanos, y al final pasó a llamarse como el espíritu de esa mujer que ronda las calles buscando a sus hijos. En nuestro caso, "La Llorona" es una Chevy del año 1962 de escala 1:64 de Hot Wheels. En entradas anteriores expliqué cual es el proceso para desguazar, limpiar y pintar estos coches. Si queréis ver los modelos anteriores o un informe de carrera, pinchad en el siguiente enlace.
Bien, pues a esta Chevy le añadí un generador trasero, hecho con restos de un mech de Dust Tactics, dos enormes cilindros gemelos que aparecen a través del capó, y un gigantesco y maléfico altavoz, procedente de los restos de WH40k que tengo por casa. La cuchilla que lleva como arma frontal está hecha con el trozo de resina sobrante de un molde de sellos de pureza de Forge World. 
¿Cómo funciona este arma? Pon la imaginación a funcionar. Puede ser un rayo sónico hiperamplificado que destruye a sus enemigos, que aturde a los conductores rivales, o, simplemente, dispara. "La Llorona" es una máquina de matar terrible, y en breve tendremos por aquí las reglas.
Veamos una serie de fotografías de "La Llorona", ya a todo color:

El altavoz de la llorona, por donde va emitiendo su aterrador sonido. También se pueden apreciar la terrible plancha de acero soldada al chasis y que corta todo lo que se encuentra a su paso. 

Vistas de ambos laterales de nuestra Chevy preparada para la Carrera de la Muerte. 
Vista cenital del vehículo, donde se pueden apreciar con detalle todas las modificaciones realizadas en él para esta competición letal.
El plasticard y la mosquitera dan para mucho en estos cochecitos.
Detalle de la rotulación del coche, que no aparenta lo terrible que es esta bestia del asfalto.

Espero que os hayan gustado estas dos incorporaciones a nuestra colección de autos locos. Pronto los mostraremos en acción en un terrible escenario. Hasta la semana que viene. ¡Feliz verano!