lunes, 20 de abril de 2020

In Her Majesty's Name - La I Brigada Anfibia de Cartagena, parte 2ª: Oficiales e infantería


El Cantón de Cartagena es un territorio en continuo conflicto. Tras la revolución de 1873 y con la ciudad de Cartagena sitiada, la aparición de las fuerzas de ocupación de Napoleón IV y la conquista de Madrid llevaron a las tropas españolas a la firma de una tregua. Cuando las tropas francesas siguieron avanzando hacia el sur, las desorganizadas tropas de Cartagena y del extinto gobierno republicano volvieron a armarse y atrincherarse, gracias al Arsenal y a la eficaz explotación de las zonas mineras de La Unión. En pocos meses el frente se estabilizó a través de la frontera natural que es el río Segura, las sierras de Cazorla y todo el río Guadalquivir. 



En la zona ocupada por el ejército de Napoleón IV, comandada desde el Castillo de Belmonte, el Emperador cedió la soberanía de el Reino de España a Alfonso XII, un rey sin poder político y completamente subordinado a París. Mientras que la zona de la Federación Española, una suerte de agrupación de territorios autónomos sin gobierno común, se fortificó con éxito. Entre un territorio y otro quedaron muchos pueblos ignorados por monárquicos y federados, que sobrevivieron a base del comercio, el estraperlo o la explotación de sus recursos económicos.

Mapa de Cartagena.

Los federados contaban en su poder con una buena parte de la flota española, con modernos acorazados como la fragata Vitoria, la Numancia, o vapores como El Vigilante. Esta ventaja fue aprovechada para realizar expediciones a puertos cercanos y mantener el comercio y la soberanía marina.

Un vapor de la flota de Cartagena.

En Cartagena, como en otros cantones y territorios federados, las tropas fueron reorganizadas fusionando los diversos cuerpos militares con que contaban como los soldados regulares, las milicias o los carabineros. En 1876 el General Contreras formó la I Brigada Anfibia de Cartagena, cuya función era "proteger al Cantón de las múltiples amenazas que se ciernen sobre él", pero cuya composición singular la convirtió en un grupo de ataque y respuesta rápida en los dominios marinos y terrestres del Cantón y de la Federación Española.


Oficiales del la Brigada Anfibia:

Partiendo de la idea de un ejército formado a partir de las tropas de la marina que los cantonalistas incorporaron tras su revolución me fijé como objetivo buscar algunos de los uniformes históricos reales y darme la licencia de utilizarlos en los oficiales y la tropa de esta unidad. En la imagen inferior veréis parte de la inspiración para pintar posteriormente los uniformes y sus detalles que posteriormente iremos comentando. Las referencias se han encontrado en el blog de Alfons Cánovas aquí y aquí.

Imagen de un oficial de artillería, oficial de ingenieros y oficiales de infantería de marina
en uniforme de las campañas de África y uniforme de diario.


Guillermo Poveda, Capitán del Peral


La Brigada Anfibia está liderada por el Capitán Guillermo Poveda, veterano oficial de artillería de uno de los vapores capturados por los cantonalistas que ha pasado a comandar el submarino de Peral en sus incursiones. 

El uniforme de la marina está decorado con ribetes dorados y los puños rojos, que indican el rango de Capitán. Como podéis ver, el uniforme es simple: chaqueta larga azul con pantalones blancos. Los galones en 1895 se presentaban en la bocamanga del uniforme, el color rojo y el cosido dorado indican su cuerpo y rango. También cuenta con una gorra de oficial. En este caso los ribetes se han pintado así por motivos artísticos, con una sola línea dorada en lugar de tres por motivos de sencillez y para darle contraste al uniforme y hacerlo vistoso entre el color rojo y el azul, pero para los puristas, correspondería a un alférez de artillería.


La miniatura forma parte del pack "British naval officers" de Copplestone. Veréis que se aprovecha este pack casi al completo para representar los oficiales de la Brigada Anfibia. Los uniformes militares de los países europeos eran bastante similares en cuanto a sus cortes y accesorios a finales del siglo XIX. Los galones y los puños y solapas decoradas se pintaron con amarillo dorado y rojo para darles el toque histórico. Como muchas figuras de Copplestone, es bastante sobria si las comparamos con las excentricidades de marcas como GW, pero ahí está su encanto, ni más ni menos que un oficial, sable en mano, dando órdenes a sus tropas.



Diego Marquina, Teniente de Infantería de Marina


Marquina ascendió a Teniente mucho después del levantamiento de Cartagena. Su vestimenta muestra algunas reminiscencias de sus destinos anteriores, seguramente en las colonias de África, por el sombrero salacot que luce de blanco y los pantalones de rayadillo, el uniforme colonial español durante el siglo XIX. El oficial sostiene con pulso su pistola reglamentaria, como esperando el mejor momento para dispararla, o simplemente blandiéndola como amenaza.

Podéis encontrar mucha información sobre el rayadillo en el blog de 1898 miniaturas. Como veréis Marquina tampoco es muy ortodoxo en su uniforme, que debería ser completamente azul, pero quería darme la licencia de pintarle el pantalón de rayadillo, y que este combinara con el sombrero colonial. 



Como habréis comprobado esta miniatura también pertenece al blister de oficiales navales de Copplestone y aunque asociamos de manera casi automática el sombrero salacot a las tropas coloniales inglesas fueron muchos ejércitos europeos los que lo emplearon en el siglo XIX, incluyendo el español. El uniforme cuenta con las bandas doradas de oficial de infantería de marina, y en este caso se le ha pintado una doble banda sobre el hombro. Marquina cuenta con un sable de oficial, como complemento a la pistola y para los momentos del cuerpo a cuerpo.



Infantería de Marina de la Brigada Anfibia

La Brigada Anfibia cuenta con una escuadra de Infantería de Marina. Sus hombres han sido escogido entre los más valerosos de la flota de Cartagena. y poseen un entrenamiento excepcional. 

Son muchas las acciones que han llevado a cabo la Infantería de Marina, desde la liberación del Peñón de Alhucemas, a varios actos de abordaje desde el Peral. Los infantes llevan el uniforme reglamentario azul oscuro, gorra y guerrera con munición y pertrechos. El arma reglamentaria es el potente y novedoso fusil Mauser de 1893, con el cual hostigan al enemigo desde posiciones realmente lejanas.

Infantería de Marina del Peral en una escaramuza en el Rif africano
por el control de las minas de hierro. Año 1894.

La infantería de marina está liderada por un sargento (imagen inferior, derecha), cuyos galones dorados en la manga y las líneas rojas en la pierna del pantalón muestran su rango. Junto al sargento aparece un corneta, encargado de comunicar las órdenes de los oficiales. 

Ambas miniaturas son del blister "Mexican Federales Command" de Brigade Games. Como veis son miniaturas que perfectamente pueden pasar por infantería de marina española o de cualquier otra nacionalidad. 



El resto de miembros de la escuadra de infantería lo completan miniaturas del blister "Mexican Federales I" también de Brigade Games. Son perfectos para representar infantería, con detalles como algunos hombres con los pantalones arremangados y chancletas. 





El uniforme es el más simple de todos, completamente azul oscuro y gorra azul a juego. Todos llevan un fusil y unas bandas de munición cruzadas. 

El Capitán Poveda dirige la Infantería desde la primera línea. ¡Adelante!

Y hasta aquí nuestra entrada de hoy. Próximamente más integrantes de la Brigada Anfibia en nuestro blog. Esperamos que os hayan gustado y recordad que podéis seguirnos en Facebook.

Nos vemos en la siguiente entrega: Peral y sus ingenios



martes, 14 de abril de 2020

In Her Majesty's Name - La I Brigada Anfibia de Cartagena, parte 1ª: Trasfondo

Primer artículo sobre nuestra particular visión del mundo Steampunk en que de desarrolla el juego In Her Majesty's Name. La idea surge de un ¿y si las revoluciones cantonales de 1870 hubieran durado hasta 1895? ¿y si a todo esto Napoleón III mantiene el Imperio Francés y su hijo, Napoleón IV conquista España?¿y si Isaac Peral hubiera desarrollado los aparatos que han permitido a los cantonalistas mantener a las tropas francesas a raya?...

La historia del Cantón de Cartagena, uno de los doce estados autónomos que forman la Federación Española junto a Vizcaya, Ovieu, Illes Balears, Málaga, Granada, Utrera-Cadiz, Cuba, Filipinas, Puerto Rico, el Rif Español, Guinea Ecuatorial y el Cantón de Canarias-Sahara Occidental, comienza el 12 de julio de 1873, con el levantamiento en el Castillo de Galeras con la izada de la bandera roja y la proclamación dos días después del Cantón Murciano.

Vista de la ciudad de Cartagena con su muralla, 1879.

Las fuerzas bajo el mando del general Juan Contreras y el político Antoñete Gálvez, capturaron el Arsenal dónde se encontraban fondeados los mejores barcos de la flota española. El Cantón, bien pertrechado gracias a las armas del Arsenal y a la posesión de la flota, acuñó moneda propia y resistió los ataques de las tropas del Gobierno.



Los cantonales organizaron expediciones por tierra y mar para extender la revolución. Con la flota que quedó en su poder al proclamarse el Cantón, se dirigieron expediciones marítimas a Valencia, Málaga, Alicante, Torrevieja, Águilas, Mazarrón o Vera, con diferente suerte, para extender el cantonalismo y también conseguir financiación y víveres. En tierra, se dirigieron marchas sobre numerosos puntos del sudeste, como Lorca, Hellín y Orihuela, y una marcha sobre Madrid que fue desbaratada el 10 de agosto de 1873 en la batalla de Chinchilla, que supuso un duro revés a las fuerza cantonalistas, pues el ejército gubernamental logró una aplastante victoria, que le permitió a sus fuerzas avanzar hasta la ciudad de Murcia y posteriormente establecer un asedio a la ciudad de Cartagena.


Las noticias de los combates abiertos en numerosos frentes en el seno de la Primera República Española llegaron a los codiciosos oídos del emperador Napoleón IV, que acababa de derrotar a las tropas prusianas en el Sitio de París, gracias al desarrollo de un soldado automático capaz de derrotar a un pelotón de enemigos sin sufrir casi daños. Napoleón IV envió un ejército de ocupación apoyado por los soldados automáticos recién desarrollados a Madrid, aplastando cualquier resistencia a su paso desde los pirineos hasta la capital. En escasas semanas el ejército de ocupación vence las defensas de la sierra norte y entra en la capital de España, capturando al gobierno y ocupando España por segunda vez en el siglo XIX.

Napoleón IV, Emperador de Francia.

Con la caída del gobierno español, Napoleón IV, a sabiendas que el pueblo español no iba a aceptar a un Bonaparte en el trono y auspiciado por su madre, la Emperatriz Eugenia de Montijo, intercedió ante su hijo para que nombrara como soberano a Alfonso XII de Borbón, que juró fidelidad a Napoleón IV en el Madrid ocupado.

Si bien muchos militares gubernamentales aceptaron la ocupación napoleónica, otros muchos se declararon en rebeldía o se unieron a los múltiples pronunciamientos que se sucedían por la mayoría de los territorios españoles, como Oviedo, las ciudades de Málaga, Sevilla o Granada, o el territorio vasco. Si estos territorios tenían algo en común sería más su deseo de expulsar al invasor francés que una ideología, no obstante todos se unieron junto a las colonias de ultramar y los territorios africanos en la Federación Española, más una unión teórica que efectiva, pero que les permitió fortificarse y defenderse de la ocupación francesa, manteniendo los territorios bajo su soberanía.

Las batallas fueron numerosas en el territorio español, llegando a la ocupación de Sevilla por las tropas imperiales en 1880, y la constitución de la ciudad de Utrera como capital de la provincia de Utrera-Cádiz. Si el poder teórico lo ostentaba Alfonso XII, eran los militares imperiales franceses los que desde el Castillo de Belmonte comandaban los ejércitos de ocupación.

Castillo de Belmonte, año 1890.

Es 1895 y han pasado más de 20 años desde la ocupación imperial, formándose unas fronteras no escritas entre los territorios centrales de la España ocupada y la Federación Española, que sobrevive como una agrupación heterogénea de territorios, algunos apoyados por otras potencias extranjeras que no desean ver la península ibérica bajo dominio de Napoleón IV. 

Mapa de la Federación Española a principios de 1895.

Si el Cantón de Cartagena ha resistido a la ocupación francesa es tanto por su particular localización como por el desarrollo de novedosos artefactos bélicos que gracias a personajes como Isaac Peral han permitido que las fuerzas cantonales aguanten los avances de las tropas blindadas de Napoleón IV.


El primer submarino Peral, en 1885. 

Entre los artefactos destacan los "mulos", similares en concepto a los Walkers británicos, desarrollados a partir de las versiones de trabajo que han revolucionado la explotación minera de las zonas de La Unión.

Primeras versiones militares de mulos, inspeccionadas por el ingeniero Peral, en 1888.

Los mulos son ingenios mecánicos movidos por vapor que permiten a un sólo piloto mover grandes cantidades de peso, lo que incluye armas pesadas como ametralladoras y lanzadores de granadas. Al estilo de los ingenios de otras potencias menores, el Arsenal del Cantón ha primado la movilidad y la velocidad sobre el blindaje, pero a pesar de ello el resultado en las montañas de Sierra Espuña y por toda la frontera del Guadiana ha sido decisivo.

Versiones de mulos militares con ametralladora y lanzador de granadas.

En próximos artículos veremos mas detalles de los mulos, los personajes que componen la I Brigada Anfibia de Cartagena, su pintura y sus reglas de juego. ¡Nos leemos por aquí!
Soldados de la Brigada Anfibia durante una acción de asalto.