Esta semana nos toca subir algo distinto y le ha llegado el turno al juego Shadows over Camelot, publicado por Days of Wonder y creado por Bruno Cathala y Serge Laget. Se trata de un juego semicooperativo en el que los jugadores toman el papel de uno de los caballeros de la mesa redonda para enfrentarse a los desafíos que amenazan Camelot. El juego materializa estos desafíos en búsquedas (quests) y enfrentamientos, que nos harán ganar espadas blancas si se ha resuelto exitosamente y espadas negras cuando no ha sido así. Los jugadores leales ganan cuando consiguen 7 espadas blancas mientras que el traidor gana cuando son 7 espadas negras las que se colocan en la mesa redonda, se rodea Camelot con 12 maquinas de guerra o si todos los caballeros mueren. Evidentemente y como es un juego semicooperativo el juego tiene una mecánica que va creando serias dificultades para los caballeros.
La gracia del juego es que introduce la figura de un traidor entre los caballeros que puede existir o no. Es decir, los jugadores prepararán tantas cartas de lealtad con el título "loyal" como su número, y añaden la carta de "traitor", para posteriormente repartir las cartas entre los jugadores y devolver la sobrante a la pila, dónde no deberá verse. Esto supone que en la partida puede haber un traidor o no y dado que acusar a un caballero de traidor puede suponer recoger una espada negra, se convierte en un elemento que hace mucho más divertido al juego.
Existen dos expansiones para el juego: la Compañía de Merlín y Sir Beldivere, el octavo caballero, de las cuales no tenemos ninguna, pero parece ser que la primera añade bastantes variaciones al juego original mientras que la segunda es la simple adición de un caballero jugable adicional.
Vamos a las miniaturas. El juego contiene una modesta cantidad de miniaturas, sobre todo si lo comparamos con los juegos editados desde hace 3-4 años que suelen contarse por centenas. En este caso tenemos los siete caballeros de la mesa redonda, doce máquinas de guerra, cuatro pictos y cuatro sajones y por último tres figuras que representan el Santo Grial, la armadura de Lancelot y como no, Excalibur. Las figuras son de un plástico bastante poco definido, blando, pero decente para su cometido, y es que tenemos que pensar que no son miniaturas de plomo, son miniaturas para manosear y mover continuamente.
Los caballeros representan, de izquierda a derecha a: Sir Percival, caballero de blanco, Sir Gawan de verde, Sir Palamedes, el Rey Arturo, Sir Kay, de azul, Sir Galahad, de amarillo y por último Sir Tristán de morado.
Para la pintura se han empleado los colores que originariamente vienen en las ilustraciones de los caballeros, ya que es la manera más sencilla de distinguirlos.
Por otro lado tenemos al Grial, la armadura de Lancelot y Excalibur:
Y frente a los héroes tenemos a los pictos, los sajones y la colección de máquinas de asedio preparadas para atacar Camelot.
Como se ha mencionado, las máquinas de guerra se van colocando alrededor de Camelot y marcan el fin de la partida cuando se coloca la número 12. Es por tanto una tarea importante mantener estas máquinas bajo control, combatiéndolas continuamente, pues el caballero traidor puede, en un momento dado elegir colocar dos máquinas de asedio y derrotar a los caballeros leales de un plumazo.
Los sajones, arriba, representan una de las guerras que han de librar los caballeros contra los bárbaros. Estos van desembarcando en las costas de Camelot y al colocarse el cuarto sajón provocan que se tome una espada negra, colocando además dos máquinas de asedio en juego. Los pictos, abajo, funcionan de forma similar, haciendo que los caballeros tengan que ocuparse de ellos también.
Como veis las miniaturas no son especialmente destacables, pero para un juego de mesa cumplen su cometido con creces, que no es más que darle vistosidad e inmersión en el tablero.
Espero que os hayan gustado. Nos leemos por aquí y en Facebook.
¡Hasta otra!
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