jueves, 16 de junio de 2016

Encargos: Enanas de Hasslefree



Svala 2 y 1 según las veis, dos miniaturas del mismo personaje. Son las protagonistas de nuestra entrada de hoy. 

Hola a todos:
Hoy me gustaría hacer una breve reflexión personal sobre los encargos. Voy a dejar de usar la impersonal primera persona del plural para pasar al singular.
Mi reflexión es que no soy bueno pintando por encargo. Y no se trata de la calidad del acabado. Hace más de diez años que dejé de pintar para otros, y parece que se me habían olvidado los motivos. Las razones por las que no lo hago es porque necesito motivación para pintar. Esto es difícil de explicar. Tengo miles de miniaturas en la lista de espera, y obviamente no me piden de comer. Quizá me emocione más o menos con un proyecto durante un tiempo. Puede que no me apetezca pintar en seis meses; puede, además, que la vida te obligue a dedicar tu tiempo a cosas más mundanas. La disciplina la gasto en estas últimas. Pintar, pinto por impulso. Esto quiere decir que a veces me quedo mirando la estantería, abro cajas, miro la mesa de trabajo... Y nada. Otras veces me pongo compulsivamente y alcanzo a pintar, o a casi completar, una banda de diez o doce miniaturas. Una vez pasado el momento de creatividad, volvemos a iniciar el ciclo. 
El mantener este blog abierto y funcional, y el compromiso adquirido con sus miembros, ha hecho que pinte con más asiduidad, que me implique, que no quiera dejar tirados a aquellos que se curran las entradas de cada semana, y que esperan que publique la mía el martes que me toca, ni tampoco a todos aquellos que nos seguís semana a semana. Cuando hemos recibido encargos en nuestra web, el equipo ha cumplido extrictamente. Yo no soy eficaz ni eficiente, Freakland sí. 
Hoy ya voy con retraso, estamos a miércoles. Un día no es nada cuando pueden pasar años para que pinte una miniatura. Con el Frostgrave se puso de moda utilizar antiguas miniaturas Citadel para representar los distintos mercenarios y magos. Algunas de las figuras que habéis visto por este blog llevaban un cuarto de siglo esperando ser pintadas. 
No espero, sinceramente, que alguien que me haya encargado que le pinte una miniatura a título personal, y que yo haya aceptado pintar, craso error, entienda lo que digo. Las cosas llegan cuando llegan, y, evidentemente, no voy a cobrar por algo que lleva un retraso de más de un año. Por todo esto no acepto encargos. 
Pero basta de duelos y quebrantos, vamos a los muñecos. Hoy os presento dos miniaturas de la casa Hasslefree, una de nuestras favoritas. Tiene una gama espectacular, y su estilo ha ido variando con el paso del tiempo. Kev White, su modelista, es un maestro de las proporciones y el dinamismo, y sus figuras son pura calidad. Estas dos enanas pertenecen a una de sus gamas de fantasía, ya algo antiguas, cosa que se nota en la composición de las piezas. Para aquellos que les gusten los enanos siguen siendo muy recomendables. 
Ambas miniaturas son variantes de un mismo personaje, bautizada por los chicos de Hasslefree como Svala. Esta es la primera versión, con una rodilla en tierra, desafiante, y esta la segunda, martillo al hombro, más estática, pero con mucha más personalidad. 
Vamos a ver a Svala UNO: 

La parte trasera es la más espectacular de Svala 1. Se puede apreciar el martillo perfectamente, con el metal azulado y el brillo cenital, así como todos los adornos, que, aunque pocos, lleva en el sencillo vestido.

He conseguido pintarle ojos con iris y pupila a la miniatura. El color gris de los ojos va perfecto con el resto del traje. 
En mi versión de Svala 1 he utilizado una gama de azules que van desde uno muy profundo de vallejo, hasta el blanco mezclado con azul eléctrico. El martillo está pintado con un metal de pintura americana y un plata al alcohol de la marca Kokolo

Svala 2 tiene mucha más personalidad. Su vestido, más de faena, ha evolucionado. Aunque estática, su pose es más natural, menos forzada que la de su homónima. Parecen hermanas más que el mismo personaje. De hecho con esa idea las he pintado. Una con colores basados el el hielo más profundo, la otra con colores más volcánicos.
Vamos a ver a Svala 2:

Los colores mezclan marrones que se iluminan con naranjas y amarillos, lilas que pasan del marrón al amarillo, negros que tienden al rojo. Esta miniatura tiene mucha más vida, y me ha dejado mejor gusto de mi trabajo. 

El modelo anterior, aunque conserva las trenzas, no porta la espada corta con las runas en la vaina, ni las cantimploras. También ha cambiado el  astil del martillo, cargado de ensalmos enaniles. 

El modelado de guantes y botas, aunque siga el mismo esquema que en su sosías, es más proporcionado. Esta segunda Svala se ata las botas de otra manera. 

Y por hoy nada más, espero que os hayan gustado las miniaturas, y perdonad por el desahogo. A veces este hobby es muy duro... Bromas aparte, os esperamos la semana que viene.
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4 comentarios:

  1. Si Svala 1 tuviera el pelo blanco, podría ser Frozen versión enanil.
    Respecto a la motivación para pintar, a mi también me pasa, va por rachas. Ahora que estoy ocupado y hasta arriba tengo unas ganas de pintar tremendas y no puedo, que igual puede ser justo por ese motivo y cuando ya esté libre se me van...

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    1. La pintura de las Svalas está pensada para complementarse. De hecho la Svala azul utiliza lilas y marrones similares a los de Svala 2, que fue pintada la primera. El concepto es más "fuego y hielo". Pensé en pintarle a Svala 1 un pelo fogoso, un pelirrojo naranja con brillos en amarillo y sombras en rojo terroso con toques de naranja. Al final, negro con unos toques de marrón apenas perceptibles.
      Estoy completamente de acuerdo con lo que cuentas con respecto a la motivación. Cuando estás hasta arriba de trabajo aparece la creatividad como excusa para evadirte.

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  2. Quizás daría para otra reflexión, el típico "tengo mil cosas que hacer y justo ahora me gustaría ponerme a pintar", por que creo que nos pasa en mayor o menor medida a todos. Añade las rachas de creatividad, que vienen y van y están condicionadas a una buena retroalimentación.

    Al final la conclusión es que "no estamos tan mal", si al menos puedes pintar algo a la semana, ya es un logro.

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    1. El jugar partidas espectaculares, tener un buen espacio, y un grupo fijo de jugadores hace que las ganas suban exponencialmente, ¡sí señor!
      También debemos dar un justo agradecimiento al inventor de las bombillas led, que permiten que no te cuezas bajo los flexos en estas fechas veraniegas de infierno.

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