martes, 26 de mayo de 2015

Regreso a Venecia: Asesinos para Carnevale

Hacía mucho, mucho tiempo que no aparecía en nuestro blog nada de Carnevale. Lo cierto es que es un juego que a pesar de tener ciertos elementos muy interesantes no ha llegado a cuajar de la manera que se esperaba y el último kickstarter que montaron ni siquiera llegó a sus objetivos básicos.

Creo que la gama de miniaturas era, en un primer momento, muy escasa. Algunos buscamos miniaturas alternativas en otras gamas, pero el no llegar a jugar con continuidad al juego hizo que abandonáramos el proyecto. Una verdadera pena, por que en Albacete había y hay una buena mesa de juego que recrea la ciudad de Venecia que se encuentra en La Mazmorra del Androide (no perdáis la oportunidad de visitarla).

El tema es que al final terminé con dos miniaturas que compré para este juego, pero de la gama de Freebooter, dos asesinos que encajan perfectamente en el contexto de Carnevale.


La primera de ellas es una asesina. Quizás es una bailarina en sus ratos libres, o viceversa. Viste con ropas caras de fiesta, algo que es propio de los patricios y de gentes adineradas. El puñal en su mano izquierda está a punto de asestar un golpe certero, mientras que la máscara en la mano derecha deja patente que la asesina antes de acabar con su víctima quiere que esta conozca su cara. 




El otro individuo es mucho mas siniestro. Se cubre con capas hechas con remiendos y sus ropas están sucias y manchadas. Su máscara es de cuero marrón, aunque nunca se la quita en presencia de extraños. Al igual que la chica antes presentada, lleva un arma en la mano izquierda, aunque en lugar de un puñal lleva una pozoñosa daga reverdecida por el veneno que con regularidad extiende sobre su hoja. A este tipo mejor no cruzarselo en una calle oscura, pues mataría a su madre por unas monedas.





Y como siempre, nos gusta dejar alguna fotografía adicional en la que se mezclan los personajes que os presentamos en las entradas. Ambos personajes circulan por las calles de Venecia buscando a sus víctimas, pues es de necios pensar que sus actos no siguen un plan predeterminado. Eso sí, si sus manos las guían los adinerados Patricios, los siniestros sacerdotes de Dagon, los inquietantes Dottores del Ospedale o los lúmpenes que se organizan en el Gremio es algo que nunca sabremos...



¡Nos vemos pronto!

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